El montaje, es una coproducción entre el el coliseo lírico barcelonés, la Welsh National Opera, la Gran Opera de Houston y el Gran Teatro de Ginebra, y tiene como especial atractivo (además de su reparto y dirección musical), la escenografía de Comediants, responsables de la introducción en el reparto de 6 nuevos y ratoniles personajes.
Por último, recomendar la visita a la exposición sobre la joyería usada por Maria Callas, que asimismo tiene lugar en el Liceu. Tales joyas, usadas sobre los principales escenarios operísticos, fueron creadas por el conocido Taller Marangoni de Milán expresamente para la soprano, con material proveniente de la casa Swarovski (en cuyo grupo acabó integrándose en 1999 1999 el taller Marangoni). Esta exposición se estrenó en Verona en el año 2003, y desde entonces ha pasado por la Opera de Viena, Salzburgo, el Covent Garden de Londres, el Teatro Colón de Buenos Aires y el Museo Metropolitano de Nueva York, entre otros.
La segunda parte, bien sea por el siempre reconstituyente efecto de la chapatita en el Saló dels Miralls, me agradó mucho más que la primera, teniendo la impresión de que incluso los intérpretes se reservaron fuerzas y voz para acometer la parte final en plenitud.
Destacar el éxito de público (que se constata por la plena ocupación de los asientos sin visión del quinto piso) y que, salvo la longitud del primer acto, estoy convencido de que es una magnífica obra para introducirse en el mundo de la ópera, especialmente con el infantil enfoque ofrecido por Comediants. Para más críticas (auténticas) de la obra, ver aquí.
Por último, recomendar la visita a la exposición sobre la joyería usada por Maria Callas, que asimismo tiene lugar en el Liceu. Tales joyas, usadas sobre los principales escenarios operísticos, fueron creadas por el conocido Taller Marangoni de Milán expresamente para la soprano, con material proveniente de la casa Swarovski (en cuyo grupo acabó integrándose en 1999 1999 el taller Marangoni). Esta exposición se estrenó en Verona en el año 2003, y desde entonces ha pasado por la Opera de Viena, Salzburgo, el Covent Garden de Londres, el Teatro Colón de Buenos Aires y el Museo Metropolitano de Nueva York, entre otros.
Más información acerca de cómo realizar la visita (horarios, precios, etc.), aquí.
A mi el montaje me gustó bastante y el reparto respondió a las expectativas creadas. Después de su recital del día 30 de noviembre, a Flórez le debemos un monumento!
ResponderEliminarEn lo referente a la exposición de las joyas de la Callas, me pregunto hasta que punto está bien que la originalidad en la forma de exponerlas, convierta el hecho de verlas en una gimcana por el Saló dels Miralls, en busca del ángulo y la luz adecuada que le permitan a uno apenas atisbarlas tras el cristal.
Toda la razón, Joan. Y respecto lo de la exposición de joyas... me quedó una sensación de que muy posiblemente había más expositores por todo el Liceu que no había visto...
ResponderEliminarBueno...los expositores estaban en el saló dels miralls, la entrada de ramblas y el ya no tan nuevo foyer. Era imposible verlo todo en un sólo entreacto si tenías ganas de mini-chapata o montadito...que stress!
ResponderEliminarPues efectivamente (gracias, Joan), confirmo que me perdí parte de los expositores... y es una lástima porque me interesaba el lado swarovskiano de la exposición.
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