(“Porque tenéis visión de rayos X, sabéis leer la mente y tenéis una fuente inagotable de energía. Feliz Día”)
Parece ser que en 1905 una señora llamada Ana Jarvis envió cartas a políticos, abogados y otras personas influyentes (aunque ahora lo de abogados influyentes suene a risa) solicitando que se consagrara como Día de la Madre el segundo domingo de mayo, en recuerdo de la fecha de la muerte de su propia madre.
En 1912 logró que se creara la Asociación Internacional Día de la Madre con el objetivo de promover su iniciativa y, finalmente, en 1914, el Congreso de Estados Unidos aprobó la fecha como el Día de la Madre y la declaró fiesta nacional, lo cual fue apoyado por el Presidente Woodrow Wilson.
La celebración se extendió y fue adoptada en muchos países y aunque por aquí tuvo lugar hace una semana (en España –y Portugal, Sudáfrica y Hungría- se celebra el primer domingo de mayo), Himajina apoya que vuelva a ser hoy una fecha celebrada por todas las madres, quienes se lo merecen todo, todo, todo.
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