Chelsea 1 – Yellow Submarine 1

El Barça estará en Roma el próximo 27 de mayo, en la Final de la Champions League 2009, tras empatar agónicamente a un gol en Londres frente al Chelsea.

¡Qué partido!

Sufriendo hasta el último momento tanto por un resultado que nos dejaba fuera de la final como por la inactividad de Guardiola, que no hacía ningún cambio (y eso que era evidente que se necesitaba una reacción y que había cansancio en los jugadores), y exasperado (al menos en mi caso) ante la nulidad de Keyta, en el último suspiro del partido (minuto 93) el mega-crack Iniesta ha conseguido que los seguidores blaugranas añadan la explosión de euforia al conjunto de sensaciones de un mes de mayo histórico futbolero-blaugrana.

Iniciado el partido sin dejar de pensar en conspiraciones y complots (¿acaso Henry se había autodescartado por motivos extraños, del mismo modo que lo hizo Guti ante el clásico?) y observando como Guardiola lo hacía todo aún más difícil empezando el partido con un jugador menos (Keyta no cuenta), el temprano gol del Chelsea introdujo una presión sobre ambos equipos que el Barça gestionó con acierto (seguir jugando del mismo modo que siempre) y con muchisísima suerte (seguramente merecida).

Ahora, el “Yellow submarine team” debe dejar Londres, la equipación ‘piolín’ y el estado narcótico-eufórico provocado por los dos últimos resultados para recibir el domingo al Villarreal, el submarino amarillo ante el que es posible acabar celebrando la Liga.