Según he leido, parece que en la sala principal de la casa, hoy se exponen un conjunto de muñecas que se heredan y pasan de generación en generación, representando al emperador y su Corte. Cada muñeca es rica en adornos y complementos (miniaturas dignas de otros blogs) y posee una situación exacta en relación con las otras.
Con ocasión de la celebración, las niñas realizan una fiesta para sus amigos con dulces (que se ofrecen a las muñecas, pero que dudo que se acaben comiendo por éstas) y otras especialidades típicas.
Es una festividad mucho más compleja de lo que parece. Hay rituales de abandono y quema de muñecas para auyentar malos espíritus, rezos para conseguir un buen matrimonio (en ausencia en Japón de la treta del 29/2), y mucho más. No sé si alguno de los japanófilos bloggueros saben más al respecto. En cualquier caso, más información aquí.
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