Cuando uno fallece, el cuerpo debe ir a algún sitio (cementerio, incineradora, frasco de formol, etc.) y el alma, quizás, al más allá.
En consecuencia, no veo la polémica de que una funeraria facture gastos de viaje:
Supongo que nadie esperaría que los familiares (entiendo que fallecidos) se desplazaran por sus propios medios, ¿no?.
Nota: Perdón, parece ser que los viajeros familiares estaban bien vivos, por lo que, salvo que sean nautilieros (esto es, amantes de los viajes raros), algo extraño sí que es esto de utilizar la funeraria como agencia de viajes.
Faltaría ver el aspecto del encargado de la agencia de viajes funeraria. Los zombies son muy buenos gestionando viajes. Y te dan un último abrazo antes de que te vayas...
ResponderEliminarLa imagen de un zombie diciendo "Buueeen viaaaajeee" con voz de ultratumba... asusta.
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