Hoy tiene lugar el Día Internacional del Libro Infantil, en conmemoración del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen.

La efeméride se celebra a iniciativa desde más de cuarenta años (algunas fuentes dicen que desde 1965, otras, desde 1967) a iniciativa de la International Board on Books for Young People (IBBY) una ONG suiza que promueve la unión entre libros y niños.

Por mi parte, es dudosa la definición de libro infantil. Libros como los de Andersen, las fábulas novelizadas, El Principito, etc. pueden parecer libros infantiles pero no tengo tan claro que realmente lo sean.

Supongo que podría decirse que libro infantil es aquél que, en formato similar al de un libro "tradicional", explica historias con muy pocas palabras y muchos dibujos, para ser más visualizados que no leídos por un público muy joven, muy joven.

Son libros con animaciones, con movimientos, sonidos, luces, de apenas cuaro páginas y hechos de duro cartón pero que cuestan como si fuera hechos de oro.

En literatura juvenil, la cosa es distinta. El fenómeno Harry Potter claramente será una referencia con similitudes (pero salvando las distancias) a los libros de Julio Verne, las novelas "Las aventuras de Tom Sawyer" o "La Isla del Tesoro" o, mucho más cercanos, las aventuras de "Los cinco" de Enyd Blinton o la colección "Elige tu propia aventura"

Sea como sea, infantil o juvenil, en formato libro de trapo o libro de papel o e-book, incluyendo si se me apura el comic tradicional o el manga japonés, feliz Día Internacional del Libro Infantil.

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(c) Daniel Vidal. Con la tecnología de Blogger.
 
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