
Realmente, poco valor suele darse al silencio, al sonido en su justa medida. Al igual que en otras muchas materias, falta sensibilizar a gran parte de la población acerca de la importancia, por ejemplo, de mantener las fuentes sonoras (aparatos y cuerdas vocales) en una intensidad y volumen adecuados, especialmente en lugares públicos.
Poco a poco, se van mejorando cosas. Por ejemplo, en materia de edificación, la nueva normativa exige unos mejores aislamientos acústicos (y energéticos) que sin duda ofrecen un mayor confort, calidad de vida y salud.
Sea como sea, bienvenida sea la reflexión sobre este particular (que espero se tenga en cuenta en aspectos como el uso de los móviles en los aviones) y los 60 segundos de silencio que se invita a mantener hoy a las 12 h.
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