Ya hice referencia a una iniciativa psuedo-pompeufabriana de intercambio de libros con motivo del Día del Libro (vamos a dejarlo así) que hoy se celebra.
Pues bien, quiero destacar dos iniciativas más que, aunque bienintencionadas, desconozco si llegarán a buen término.
En primer lugar, Transports Metropolitans de Barcelona ha instalado en la parada de metro de Diagonal (al menos, ayer lo montaron) un punto de intercambio de libros:
Siendo magnánimos porque, como digo, parecía todo recién instalado, vemos que los libros brillan por su ausencia. Esperemos a ver los próximos días...
Por otro lado, observo en el gimnasio que también han instalado un punto de intercambio de libros, eso sí, algo más curioso:
Aunque el cartel claramente indica que la recogida de libros es para compartirlos con los vecinos, y pese a que tengo mis dudas de que con las cuotas que se pagan (acceso, taquillas, cursos extras, entrenadores personales, etc.) no se puedan permitir un puestecito como el de TMB de más arriba, lo cierto es que el modelo de depósito de "BCNeta!" da la impresión que, más que compartir los libros con los vecinos, se van a ir a directamente a la basura.
En cualquier caso, tampoco había todavía libro alguno por ahí.
Si las iniciativas prosperan... ¿por qué no mantenerlas?.
En Madrid, por ejemplo, tienen una más que correcta Biblioteca en el Metro ("Bibliometro" se llama, en un alarde de originalidad) que funciona bien. Además poseen en muchas estaciones de su suburbano espacios habilitados para dejar los diarios gratuitos (o no) ya leidos para su aprovechamiento posterior por otros usuarios.
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