Ayer día 24 se celebraba el Día de la Biblioteca, ese lugar dónde mayoritariamente (no nos engañemos) la gente va a estudiar (universitarios especialmente -
léase aquí un debate, aún abierto, de hace 10 años-), a leer de gorra la prensa diaria (jubilados) o a conectarse a internet si no se tiene conexión en casa y el locutorio está lleno.

Pero la cosa no acaba ahí. La gente que acude a las bibliotecas (esas malísimas personas) tienen la desfachatez de coger libros... ¡¡¡ para leerlos !!! (en un país donde un porcentaje muy significativo de los libros son objeto de regalos -
Sant Jordi- y nunca son abiertos) y, lo que es peor ¡¡¡ sin pagarlos !!!.

Menos mal que tamaña ofrenta se va a reducir/limitar con el canon por préstamo (podría escribir bastante al respecto desde el punto de vista jurídico, pero... ¿para qué?).
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