Cuando uno va al McDonald's, a un hotel NH o a una cafetería Starbucks sabe perfectamente de antemano qué le van a ofrecer por su dinero.

Esta es exactamente la sensación posterior que he tenido tras el multitudinario pre-estreno de hoy de "La joven Jane Austen", película que ofrece al espectador exactamente lo que se espera de ella: moralidad victoriana, amoríos contrarios a la misma, alegato feminista, bonitos paisajes de campiña sajona, toques de humor y drama, alguna muerte, e, incluso, esa sempiterna sensación de ligero 'tostón' que suele acompañar(me) a esta clase de obras (ciertamente, a la película -2 horas- creo que le sobra metraje).

Correctísimo reparto, eso sí, y buenas interpretaciones. A destacar también pinceladas de filosofía condensadas en determinadas frases y escenas. Algunas de las que recuerdo (aproximadas):

"No hay nada que destroce más el espíritu que la pobreza"
"El amor es deseable, el dinero imprescindible"
"La experiencia es positiva en un hombre"

No se porqué, pero el protagonista masculino (abogado, no muy alto, algo canallesco y sin dinero) me ha parecido bastante próximo y real. Especialmente porque...
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(ATENCIÓN: se desvela parte del film)
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acaba por no llevarse a la chica.


Para ver otra crítica (que comparto) de la película y/o acceder a su trailer, aquí.

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