Ayer el Empire State tenía unas colas de espera que daban miedo. En consecuencia, se toma la decisión de iniciar el guiri-recorrido por la Estatua de la Libertad. Bien. Si la cola en el Empire era grande, la de la Estatua de la Libertad... ni contarlo. Cola para los tickets, cola para acceder al ferry. Más de dos horas de espera. Y cola para subir a la Estatua... aunque esa última cola... lamentablemente, no la sufrí. El acceso a Miss Liberty debe encargarse días antes por Internet, algo de lo que me enteré algo tarde :(. En consecuencia, viaje en ferry, visita audio-guiada a los exteriores de la Estatua y al Ellis Island Immigration Museum.
De nuevo en tierra manhatianna, sigue la visita al distrito financiero con Wall Street, la Bolsa y la mucha policía que hay por todas partes. Para comer, un restaurante del Pier 11. Entre el viento/frío de ayer y la travesía en barco, empiezo a notar un incipiente resfriado.
Por la tarde, visita a algunas tiendas de electrónica y música. Decepcionantes. Estoy buscando el iLiad de iRex Technologies (el día que me haga con él....) y el HTC Advantage X7501 (este, para verlo). Nada. Apenas saben de lo que estoy hablando. Como máximo me encuentro en una única tienda el Sony ereader, pero está desconfigurado y no tienen ni idea de cómo va.
En fotografía, el objetivo es una Canon 400D, también conocida por EOS Digital Rebel XTi. Esta sí está en varias tiendas, pero con los precios más diversos. No hay que desesperarse, la tienda de fotografía neoyorkina por antonomasía (B&H) se visitará mañana.
La opción nocturna pasa por echar unas partidas de bolos. Tiene buena pinta Bowlmor Lanes, identificada por Internet. En consecuencia, antes de ir con la intención de jugar, misión exploratoria. Y es curioso el resultado. La bolera está en un cuarto piso al que se accede, tras sortear al portero de la calle, por un único ascensor con ascensorista incluido. Es impresionante. En sus vitrinas tienen bolos firmados por multitud de personajes famosos. Pensado más para el ocio que para el deporte, me lo encuentro lleno con grupos y fiestas, y aunque me aseguran pista en un rato, el incipiente resfriado se consolida, es de los de aúpa y obliga a ciertas precauciones. Mañana será otro día.
Amb la teva entrada m'he adonat del temps que ha passat des de que vaig visitar l'Estàtua de la Llibertat. Quan hi vaig anar, un feiner del mes de febrer, hi havia tan poca gent que vaig poder entrar directament a l'Estàtua, pujar-hi dalt de tot i estar-m'hi un parell de minuts a la zona de la corona. En aquella època (l'any 1996) només hi havia controls de seguretat a les Torres Bessones i a la Borsa de Wall Street (si encara estàs per aquí, t'aconsello la visita, que a més era gratuïta quan la vaig fer)
ResponderEliminarDe tota manera, sobre l'Estàtua de la Llibertat, com deia aquella actriu d'Oh Europa... "me la imaginava més gran" :)