Pues eso. Que hoy es el día internacional de aquellos que, en ocasiones (generalmente frente a puentes e inicios de vacaciones) nos dan el día.

Desde sus torres de control, los controladores de tráfico aéreo (no confundir con los mossos de esquadra o la guardia civil, que estos sólo están en carretera), provistos de sus radares van asignando a los diferentes vuelos sus correspondientes cuotas de retrasos, ya sea en el despegue o en el aterrizaje.

En cualquier caso, no todo el mundo sirve para ser controlador. Ejemplo: a un tal Ben "No le contratan como controlador aéreo porque sus piernas no caben debajo de la mesa", nos informaba el diario 20 minutos precisando que la desproporción estaba sólo en sus piernas.

Mucho más bajito y, en consecuencia, apto para el desempeño de esta labor controladora, se rumorea que el tripartit ha contratado al reciente medallista del Congreso de EE.UU. para la nueva terminal-sur del aeropuerto de Barcelona. Tenemos la exclusiva:

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